domingo, 28 de febrero de 2010

Una de payasos


En unos de mis silenciosos paseos me encontré a un payaso que no paraba de llorar. Me acerqué y le pregunté a qué se debían sus lágrimas. A lo que él me contestó:
-Los niños ya no se ríen con mis payasadas. Sólo se ríen conmigo las personas mayores.
A lo que yo le contesté:
-Sí, es cierto, los niños se hacen hombres demasiado pronto.
Estas palabras de aliento, lejos de animarlo, le sirvieron a nuestro llorón personaje para responderme:
-Sí, pero no se trata de hacer reir a los hombres, de éstos el que se ríe soy yo porque
¡SON COMO NIÑOS!

1 comentario:

  1. Por lo tanto… queda cerrado el círculo. Continúa haciendo reír a niños… sólo que éstos son teóricamente adultos!
    Genial

    ResponderEliminar

Por favor, antes de hacer tu comentario piensa que lo pueden ver niños, aparte de que puedes destrozar mi ego. Así que te ruego te abstengas hacer comentarios obscenos. Gracias.