sábado, 21 de mayo de 2011

Demasiadas cosas para olvidar

Sí, tengo demasiadas cosas que olvidar, muchas más que para recordar. No habrá más roldaneos, ni cositas buenas, ni gelatos, ni piscina, ni playa, ni paseos por los Villares, ni brillanteos, ni caricias, ni viajes, ni risas, ni mariquillas, ni sonrisas, ni patios, ni baños árabes, ni azahar, ni abrazos, ni besos, ni miles de cosas más. Demasiadas cosas que olvidar para un hombre que se siente olvidado. Mi niña no tendrá un padre que le cuente batallitas y mi micrófono se quedó sin ilusión y los versos que me provocaban sus rizos quedaron ciegos de dolor. Hasta nunca amigos/as. Se acabó el dolor consciente.