sábado, 12 de julio de 2008

Semejanzas

Me es más fácil inventarme un cuento que escribir mi propia historia, o quizás me duela menos. ¡Es tan fácil abrir la mente y tan difícil abrir el corazón!
Los protagonistas de mis cuentos son héroes o villanos y se pueden describir según sus acciones. Sin embargo yo aún no sé lo que soy y mis acciones son indescriptibles.

En mis cuentos se viven historias casi reales, pero son cuentos. En mi vida siempre he vivido del cuento y pocas veces he sabido lo que era real. Un cuento termina con un buen o mal final, está escrito. Mi vida no se sabe cómo terminará, es un mar de dudas. Si aún no sé cómo vivo, ¿cómo voy a conocer el final?

Cuando terminas un cuento ves un montón de páginas impresas, pero si abres el libro de mi vida, sólo verás un montón de hojas sueltas a medio escribir y llenas de borrones.

¿Por qué le dais tanto valor a lo que digo y no os dais cuenta de lo que callo?

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