viernes, 1 de mayo de 2009

Anónimo abuelete


1 comentario:

  1. Sencillamente, conmovedor.
    ¡Y cuántos como él!
    Qué duro es perder a un amigo del alma, pero mucho más duro perderlo en la vejez.
    Ambos habéis perdido algo muy querido en la misma persona, quizá entablar una amistad os sirva de consuelo a los dos.

    A.C.R.

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