Llegó el otoño a mi otoñal camino. Cayeron las hojas de mis escritos pero el viento no pudo llevarse los sentimientos plasmados en ellos. Llegan los fríos a Las Asomadillas pero un hálito de tus manos aún calientan las mías. Pasará el otoño y el resto de las estaciones pero yo no emigraré nunca, quedaré aferrado al alféizar de la sonrisa de tus ojos.

Ea!..porque queramos decir que el otoño ha entrado, Sr. Akaputtao.
ResponderEliminarTiene que ser que aún no le ha crecido la barba y que sigue vestido con los restos del verano, porque hoy en el día de los muertos sus ropas no se encuentran por ningún lado y nosotros hemos soltado las nuestras ante los más que superados 28 grados.
Éste es sin duda un otoño akalorado y las cosas no están en su sitio.