lunes, 2 de julio de 2012

El tuareg que estaba triste y desazulado...


Y por fin, el triste tuareg llego al mar. La sal se mezcló con la arena bajo sus pies. El sol le provocó quemaduras en los labios y éstas, al contacto con el agua del mar, hizo que los músculos de la boca se tensaran, obligándole a sonreír.
A mar, sonrisa...

2 comentarios:

  1. assayida ( lallâ)2 jul 2012, 13:27:00

    El peor mal de los males es estar triste...Ja ja ja...
    essmahli.
    Essalamô ââlaykôm !!!

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  2. De Marisa, gracias

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