Qué me gusta una hache bien colocadita, calladita pero bien visible. Es tarea casi imposible colocar a un rumiante, ya sea lechero o retinto, en el techo de un coche. La jota es un bonito baile que no sirve para coger, y cuando sirve, cojeo de un pie. Raro es encontrar en el bosque zetas, aunque muchos se las comen. Búscalas mejor con ese de allí, que tiene pan y panceta. Luego te las comes a la sombra de un buen haya, si no lo encuentras te puedes ir a Aya, que el que busca halla y seguro que allá encuentras a alguna aya jugando con niños a la sombra de alguno. Pregúntale a ella, a ver si tienes suerte, que alguno debe de haber.

Por cierto, si usas bien la virgulilla, ¡¿por qué no usas las tildes, leñe?!