Tengo
el disco duro saturado, demasiada memoria ocupada. Debo empezar a eliminar
datos, imágenes, recuerdos, etc. Son demasiadas cosas para recordar pero ¿qué
elimino? ¿Aquel árbol o aquella puesta de sol? ¿El canto del jilguero o los
tequiero? ¿Aquellas lágrimas o aquellas sonrisas? Tampoco pienso renunciar a mis fotos en sepia. Sí, tengo demasiadas
cosas que eliminar, liberar espacio para nuevos amaneceres. Tu risa la dejaré
protegida contra escritura, tus manos, en una carpeta oculta… La música ni tocarla, su voz, menos aún.