El
cielo gris, el sol oculto y el mar calmo, mudo.
Las
flores ausentes y el café silente.
La
mirada perdida, sin encontrar lo buscado.
Todo
hace presagiar que el corazón se ha apagado.
Puedo
describir la noche más oscura
pero
me falta tu luz.
Amanece
y todo sigue callado. Me faltas.
¿Para
qué quiero los colores si mis
sentidos
no te los pueden contar?
La
espera se hace eterna y témome
que
eterna quedará...