Caminaba por la calle, cabizbajo y triste. De pronto me di cuenta que delante mía iba una chica elegantemente vestida, sus manos jugueteaban con una flor. De pronto se giró, me sonrió y dejó caer la flor al suelo. Corriendo acudí a recogerla y me quedé prendado al momento... de ella, de la flor.