Qué no daría yo por sentirte enamorada.
Sentirte a mi piel abrazada al amarnecer,
Tus labios de regaliz enredados en los míos.
Tus miedos dormir en mis brazos acunada.
Ver juntos tus logros y sueños crecer.
Tus piernas bailar en mis desafíos...
Sí, qué no daría yo por ser tu melodía.