martes, 22 de junio de 2010

Sal marina


De nuevo el dolor de la brisa marina,
de duro esquivo y concha fina.
El recuerdo de esa cruz dañina
que a diario mi ilusión mina.
El cierre de ojos me contamina
y la tristeza de nuevo me domina.
Un dolor que no se va con la morfina
y que sin embargo provoca la heroína.
¿Hasta cuándo esta escabechina
que me mata de forma tan ladina?
¿Hasta cuándo esta maldita espina
hincada a fondo en plan asesina?

1 comentario:

Maricarmen dijo...

Tu puedes con eso y con mas.La maldita espina,no le hagas caso.
Un besossssssssssss.
La Zeltana