domingo, 30 de diciembre de 2012

Ojalá...

Ojalá tus lágrimas fuesen rocío en mi piel.
Ojalá pudiera robar tu dulce salobre sabor.
Ojalá fueras ese mar donde navegar mis rimas.
Ojalá mi amor, ojalá…

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Ojalá!