De nuevo los vientos desnudan el
camino,
despojándolo de todo, convirtiéndolo en un pedregal.
Y yo, con los zapatos rotos...
La lluvia ya no acaricia, golpea, apenas te deja
abrir los ojos. Y yo, con los zapatos rotos...
despojándolo de todo, convirtiéndolo en un pedregal.
Y yo, con los zapatos rotos...
La lluvia ya no acaricia, golpea, apenas te deja
abrir los ojos. Y yo, con los zapatos rotos...
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