viernes, 4 de julio de 2014

El mar, siempre la mar de cerca...


Julio, madera y trigo segado,
viento frío, al poniente,
canta el gallo, poseyente,
despierta el recuerdo, obligado.
Cerca se intuye el sonoro mar,
a un cigarrillo de camino,
mi vida y, con seguridad, mi destino,
olas sobre las que cabalgar.
¿Por qué el mar acarrea tantas memorias?
¿por qué se lleva tan pocas?
¿Por qué rompen en las rocas
tantas y tantas historias?
¿Quién se dedica a mandar mensajes?
mensajes sin papel ni botella,
esos que el viento en tu cara estrella,
esos que rugen entre los oleajes.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿ Tiene algún secreto especial para escribir siempre tan jodidamente bonito?
Me noquea.