Y siguen muriendo los soles y las lunas
mas el camino sigue siendo muy largo.
Cada vez cuesta más apagar la noche,
sabiendo que el sol dará luz pero no calor.
Me mata saber que amo y soy amado
pero no surge la mano, el abrazo.
Me doy cuenta que tengo la sonrisa pintada,
pero se nota en demasía que no tiene vida.
El sendero sigue enlodado y encharcado,
lleno de huellas que estoy condenado a seguir.
Eternamente...
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