Y
así, casi a traición, llegó el mes de marzo. Entró jugando al despiste, frío,
ventoso y soleado. El sonido del mar acompañó mi primer sueño del mes, a ritmo
de almadraba. Un mes que despedirá el invierno con la celebración del Día del padre
y de mi madre, como el resto de los días del año. También dará entrada a la
primavera celebrando dos importantes cumpleaños, uno detrás del otro. Marzo
entró en azul acompañado de azul, pegadito al mar, a ella. Sí, entró a traición
pero sin traicionar, con amor y cerca del mar. Llegó el mes de amarzo…
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