Hace
horas que dejé atrás la última gasolinera. El tabaco y el
combustible empiezan a escasear, hace rato que la luz roja está
prendida. El calor se hace insoportable y el agua también empieza a
mermar. Volver atrás es una quimera y a menos de tres millas, me
espera el silencio. Sonora será mi muerte, necesito un cigarrillo y
un trago, quizás el último. Sí, Sonora será mi despedida en este
desierto camino...
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