Desde que tengo uso de la sinrazón me he considerando un cazador de versos. Nunca me gustaron los versos de granja, esos criados sin apenas moverse. Yo soy más de los que persiguen y acechan a los versos silvestres o salvajes. Me gusta observarlos en libertad tras días huelleándolos, cebarlos hasta ganarme su confianza. Cuando ya los tengo encelados, saco mi pistola y apunto tranquilamente, casi con regocijo. Siempre mirando al corazón, para que el disparo sea certero. Una vez abatida mi presa las llevo a casa. Allí las miro cuidadosamente para comprobar que no tienen ninguna letra dañada. Después les hago radio y grafías y, posteriormente, las devuelvo al bosque…
jueves, 22 de junio de 2023
sábado, 17 de junio de 2023
Toca desvarío...
Hay mucha gente que se entrampa hasta los ojos para llevar a sus hijos a Disneyland París (o sitios similares), fomentando en los infantes la ilusión por algo que no es real. No lo voy a criticar, pero…
Estamos criando niños para el consumo, alejados de la realidad. Hablando en primera persona diría que deberíamos de preparar a los críos para una vida más acorde con lo que realmente importa y necesitan. Hablemos de la provincia de Cádiz, que es la que mejor conozco por ser la que me habita. Hay chavales que no conocen nuestra sierra, sus ríos. Sería bueno enseñarles a conocer su entorno, que aprendan a amar y respetar la Naturaleza. A valorar el agua cada día más escasa y valiosa. Que las aves canoras suenan mucho más bonitas en libertad. Que no hay nada más alegre que un jilguero en vuelo. Que no hay nada más sabia que nuestra castigada madre Naturaleza, que sin ella no tendríamos vida. Que hay que alejarse del usar y tirar. Me resulta increíble la cantidad de broncas que me he llevado en mi juventud por usar vaqueros deshilachados por el uso… Hoy se paga un pastizal por agujeros vaqueros unidos por algunos hilos. Enseñarles que nuestros alimentos no se producen en los Mencabronas y Cafrefures… Hay que enseñarles a respetar y valorar a los diferentes, porque todos somos diferentes. Que todos somos discapacitados para algo. Tenemos que concienciarnos que no es sólo la escuela la que educa, que tenemos que dedicarles tiempo a nuestros hijos. Plantar es fácil, cuidar no tanto. De una misma simiente podemos obtener un arbusto, un árbol que dé fruta o, simplemente, un bonsai. Todo va a depender de tiempo y paciencia. Inculcarle que las mascotas crecen y que si quieren una deben ser responsable de sus cuidados. Hacerles ver que no hay nada con más valor que nuestros abuelos. Que fueron ellos los que nos allanaron el camino, que merecen nuestro respeto y apoyo.
Hay que hacerles ver que el deporte es bueno, pero no el fanatismo por unos colores. Que para que haya un equipo ganador debe haber uno que pierda. Que no hay juguete que supere los juegos en la calle con los amigos. Hay que hacerles ver que reír y llorar es parte natural de nuestra existencia, enseñarles que la muerte es natural, comprender y apoyar su manera de llevar sus duelos.
En definitiva, no hay mejor regalo para un niño que dedicarle tiempo. Muchos me dirán que no disponen de tiempo, que tienen que trabajar mucho. Yo les diría a estas personas que quizás deben trabajar tanto porque gastan mucho dinero en darle a sus hijos cosas que no necesitan. Si evitáramos esos gastos podrían disponer de tiempo para llevarlos al campo y descubrir ese fantástico mundo…
Pensarlo un poco, vivimos mejor a base de tener menos calidad de vida…
Los buitres de verdad no necesitan que los alimentemos. Ellos se alimentan de carroña limpiando nuestros campos y bosques. No perdamos tiempo ni dinero en alimentar carroñeros humanos, son escoria que sólo le dan mala fama a nuestros necesarios buitres alados…
Feliz finde, corderos.