lunes, 29 de septiembre de 2014

...el enmohecido columpio...

Cuando la soledad es demasiado sonora,
aunque apagues los oídos, las hojas
seguirán crujiendo bajo tu caminar.
Y si cierras los ojos, con fuerza,
más chirriará el enmohecido columpio...

...



Me siento jilguero, colorido y silvestre, animado y dulce. 
No me enjaules, déjame repartir mi canto en vuelo 
y mis colores reflejados al sol....

domingo, 21 de septiembre de 2014

Y amarneció otoño...

Llegó la estación más sincera, la que se desnuda para mostrarse tal como es, sin engaños. La de los ocres colores, la que invita a sentir crujir los caminos. La que se deshace de viejas hojas, escritas o no, con la intención de abonar nuevos sentimientos. La que mengua la luz del día e invita a compartir historias. La que te recuerda que todo amor es posible, pese al paso del tiempo. La que te enseña que toda edad ofrece sus frutos, sus aromas, sus sueños... y amarneció otoño, a su lado.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Sueños de papel...


Poeta de papel


Que yo sepa cambiar una bombilla fundida no quiere decir que sea electricista. Que sepa reparar una cisterna no me hace fontanero. Por tanto, que sepa hilvanar letras no me hace poeta. Eso sí, pocas veces se quedará a oscuras mi lápiz y menos aún, se me inundará el papel... flotaré mis escritos, pese a las tormentas...

domingo, 7 de septiembre de 2014

La sierra se viste de Linares...

Nace el día, con el baile de castaños, 
alcornoques, quejigos y pinares.
Al compás de burros, jabalíes, ciervos, 
mirlos, gallos y jilgueros.
La campana de la somnolienta iglesia 
insinúa café a los romeros chicharreros.
Las cantarinas y sinuosas lievas inundan 
las huertas, la sierra ya se viste de Linares...



viernes, 15 de agosto de 2014

Una tormenta de verano...

Sin saber cómo ni por qué, apenas vislumbrado el ecuador de este mes de agosto, se me desprendieron unos pensamientos que, al caer, salpicaron a los sentimientos. Las nubes creadas comenzaron a soltar lluvia hacia dentro, lluvia que al poco se transformó en riada. El corazón, ante el temor de un incontrolado desbordamiento, comenzó a bombear con fuerza hacia el exterior en vano intento. Los ojos no estaban por la labor, no quedaba otro remedio que tragar y tragar con tal de evitar un desvarío. Poco a poco, achicando de aquí y allá, las aguas volvieron a su cauce. Las nubes se fueron evaporando, lucía de nuevo el sol y los niños volvían a jugar en la orilla del mar.
Sólo fue una tormenta de verano...

viernes, 4 de julio de 2014

El mar, siempre la mar de cerca...


Julio, madera y trigo segado,
viento frío, al poniente,
canta el gallo, poseyente,
despierta el recuerdo, obligado.
Cerca se intuye el sonoro mar,
a un cigarrillo de camino,
mi vida y, con seguridad, mi destino,
olas sobre las que cabalgar.
¿Por qué el mar acarrea tantas memorias?
¿por qué se lleva tan pocas?
¿Por qué rompen en las rocas
tantas y tantas historias?
¿Quién se dedica a mandar mensajes?
mensajes sin papel ni botella,
esos que el viento en tu cara estrella,
esos que rugen entre los oleajes.