sábado, 18 de diciembre de 2010

Coincidencias

Me preguntaba, mientras caminaba bajo la incesante lluvia, el motivo por el que ésta provocaba en el hierro ese característico óxido de color rojizo. Sabemos que el hierro es un metal duro, sí, bastante. Un corazón sano se puede forjar duro como el hierro pero a base de calor se le puede moldear a antojo. Por el contrario, la lluvia del cielo o las lágrimas innecesarias, si el hierro no está bien protegido, provocan en este metal el ya mencionado óxido terroso o rojizo. Este digamos, agente externo, se lo irá comiendo poco a poco. ¿Casual o causal? Curioso al menos, sí.
Óxido y rojo. Juas juas juas. Memeoooooooooooooooooooooo. Rojo y óxido. Increíble.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Uno más

Sí, uno más, treinta y tres. Ojalá pudiera yo quitarte esa cantidad de preocupaciones de tu mente y rellenarla de, al menos, la misma cantidad de tus más ansiados deseos. Hoy aún no puede ser pero al menos recibe, una vez más, treinta anónimos besos "che" y tres inmensos, suaves y sentidos alvarazos.
¡¡¡FELICIDADES KANIJA!!!