lunes, 18 de julio de 2011

Un estío diferente

Sí, este verano el mar no sonará igual, no se oirá el madrugador grito del pavo real ni las tórtolas arrullarán tu dormitar ni el sol pintará tu piel junto a la mía. No podré observarte mientras nadas desde los escalones de tu querida piscina. No tendré tu cómplice risa en el puerto bajo el sabor de nuestros gelattos ni tu simpático caminar entre ambulantes puestos del  paseo marítimo. No me podré relajar mientras observo cómo lees ensimismada. No podré navegar en tus silencios ni bailar en tu sonrisa. No podré saborear la belleza de un mojito ni tu cara de niña traviesa ante un puñado de cositas buenas. Sí, será muy diferente. O quizás sea aún peor. Quizás ni siquiera sea.

domingo, 3 de julio de 2011

Te espero...

En estas noches de muebles extraños. En esta casa de ya tan largas ausencias. Aquí donde no oigo sus trasteos en la cocina ni el teclear de sus nerviosos dedos ni a mis niñas con sus cánticos jugar. Sí, aquí es donde vuestras prolongadas ausenciaschacen cada vez más fútil mi presencia. ¿Será así la muerte y la reencarnación? ¿Será por eso que el muerto está presente y es el vivo el ausente? No lo sé, sólo sé que me está matando esta situación, pero ¿se puede rematar a un muerto?