No te llamaré fulana, porque tienes nombre. Tampoco mengana, porque no me ganaste. Tampoco procede zutana, porque no eres religiosa. Lo suyo sería, quizás, llamarte perengana, porque me lo dijo Gato Pérez, se fuerza la máquina...
No te llamaré fulana, porque tienes nombre. Tampoco mengana, porque no me ganaste. Tampoco procede zutana, porque no eres religiosa. Lo suyo sería, quizás, llamarte perengana, porque me lo dijo Gato Pérez, se fuerza la máquina...