lunes, 1 de junio de 2009

Valle de Abdalajís

He pasado el último fin de semana de mayo en un impresionante valle, en el Refugio de Alamut, a los pies de esta colosal mole pétrea. Llegué en un estado emocional bastante agitado. Allí he convivido durante tres días rodeado de unos vallunos un tanto especiales. Gente rara de las que a mí me gusta rodearme. ¿Sabían ustedes que hay gente allí que se dedica a varear árboles buscando coches o que hay también quien ha volado agarrado a las patas de un buitre? Sí, allí conviven un ramillete de personajes medio locos. Esa bendita locura que hace que me sienta bien. Allí he saboreado la compañía de Gabi, Pepe, Jesús, Juan, Paco, etc. Y por supuesto no podemos olvidar que a los mandos de esta nave, de esta especie de subrreal camarote de los Hermanos Marx, está "La Mari", capaz de tratar a todos estos alamutienses con una burlona sonrisa de cariño en los ojos. A todos estos "raros" quiero agradecerles que hayan conseguido que yo no me sienta "raro", que haya conseguido dormir y, sobre todo, que haya podido disfrutar del más grande y espectacular sembrado de estrellas que el cielo haya podido ofrecer.
A todos ellos, GRACIAS.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Es lo que yo suponía que iba a suceder.
Me alegro.

tartesa dijo...

Desde "el Alamut" la tartesa te trascribe o traduce palabras del chin_
oye Alvaro he visto lo que pones ahí y tal y cual, y te enrollas que te cagas y tal y cual,con tus calzoncillos zobaqueros eres casi tan tarteso como tu prima y tal y cual ¿ehn? ¡¡¡ socorro !!! ¡¡ que no hay quien la aguante !! y tal y cual, cambio. er Chin (Jesus).

tartesa dijo...

El Ibero Juan Galan desde el alamut te envía un comecoco;
¿Por qué la sardina se quema y la mujer se quea preñá?
Pues está claro, por no sacarlas a tiempo. y te las arreglas como puedas. Juan Galán Mendez por mamá

tartesa dijo...

Como ya has podido comprobar poseo un cerebro tan fuerte, que no puede dominarlo ninguno de estos salvajes íberos, las estrellas se las ofrezco a todo el que viene a visitarme y ya has visto en mi blog que el alamut es un lugar donde las salvajes y esquivas cabras montesas se relajan, cariño tu no ibas a ser menos. Un besazo

David Martín dijo...

Llego un poco tarde a estos comentarios, pero he de decir que me ha traído gratos recuerdos tu descripción del Refugio de Alamut, del ramillete de especímenes de homo-sapiens que paran por allí, y de esas estrellas que no pude ver porque estaba nublado.
Que ya me vale.
Además, la prima. Ora haciendo unos platos "que te cagas, y tal y cual", ora poniendo orden entre la "chiquillada" que con tanto cariño la acompaña.
Un sitio especial al que ir, dede luego. ¿Te contaron la historia del barco lleno de romanos que fue a América?...