sábado, 7 de noviembre de 2009

Pintándote en la oscuridad


Me levanté en la madrugada con ganas de plasmar tu imagen en un lienzo. Me apetecía pintar el brillo de tus ojos, la sonrisa de tu cara y el pastel de tu piel. Tu anillado pelo en rebeldía y esa gama intensa de colores que componen tus diversos estados de ánimo. Desgraciadamente, al coger la paleta, me di cuenta que sólo disponía de pintura blanca y negra. Mala suerte la mía, ni lágrimas podía plasmar. Otra noche más en blanco y negro.

1 comentario:

Campanilla dijo...

Por fin este blog empieza a ser lo que era. Y empieza muy bien por cierto.

¡Ya era hora!