En estas noches de muebles extraños. En esta casa de ya tan largas ausencias. Aquí donde no oigo sus trasteos en la cocina ni el teclear de sus nerviosos dedos ni a mis niñas con sus cánticos jugar. Sí, aquí es donde vuestras prolongadas ausenciaschacen cada vez más fútil mi presencia. ¿Será así la muerte y la reencarnación? ¿Será por eso que el muerto está presente y es el vivo el ausente? No lo sé, sólo sé que me está matando esta situación, pero ¿se puede rematar a un muerto?
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