El mar me llama y a mí, me encanta navegar. Mi vida siempre giró en torno al mar. Ya me cansé de ser marinero en tierra y quiero que me lleven al mar. Necesito un mar embravecido que me lleve por el mundo, lejos de esa tierra que tanto me duele. No quiero quedar en el fondo marino, no, quiero seguir buscando un destino sin tanto dolor. Pasear con la acedía y el calamar, que me saluden los pesqueros al pasar. Sí, aunque mi corazón queda prisionero en tierra, el resto de mi yo quiere navegar. Algún día puede que ella en un velero me navegue y un golpe de mar la cara le llegue a salpicar. Trataré que en esas salinas lágrimas no se mezclen ni una parte de mí. Ese es parte de mi sueño, que ella me navegue y yo la mar navegar. La mar me llama y estoy deseando navegar.
1 comentario:
El mar, la mar, que diría Alberti.
Siempre, siempre... el mar
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