viernes, 19 de junio de 2015

El mar amaneció azul...

El mar amaneció azul, demasiado azul. 
El viento se llevaba mi mente al origen del color. 
Al poco me la devolvía, empapada con su olor...

jueves, 18 de junio de 2015

Sí, no me mires así...


Me despierta el azote del viento,
el "kikirikí" de las tórtolas
y el taconeo de los mirlos en el techo.
Preparo café mientras hablo con el mar 
y los jilgueros se saludan, brillantes al sol.
La vaca oferta la ubre a su ternera
mientras los gorriones hurgan en el césped.
El cielo apaga las estrellas y enciende el jueves. 
Hoy no te pensaré, hay demasiados colores sueltos...
Sí, no me mires así...

lunes, 15 de junio de 2015

Noche cerrada...


El vacío huele a ti,
lleno está de tu ausencia.
Te pienso, traicionándome con un café,
con la misma moneda te pago.
Las olas suenan diferentes,
Mi cámara no sabe a quién disparar.
El poniente es más frío aún,
la cama está rara sin tu piel.
La lluvia truena en el techo
y no puedo ni a tu respirar abrazarme.
Amanece cuatro o cinco veces
y sigue siendo noche, noche cerrada.
Muy cerrada...

sábado, 6 de junio de 2015

Al pairo...


En mi ya tan agostada vida, he realizado multitud de travesías. Pocas veces me han llevado a buen puerto, en muchas he naufragado, estrellado contra las rocas. Pese a todo he disfrutado a tope, desde el principo del proyecto. Planearlo, construirlo y después surcar esos mares han sido un puro deleite, incluso cuando he tenido que remar duramente debido a la calma chicha. Puede que el error haya sido confiar demasiado en los vientos alisios, no lo sé. Lo que sí sé es que seguiré haciendo lo mismo, ilusión no me falta, tesón tampoco. La mayoría de las veces el triunfo no consiste en llegar a destino, sino en disfrutar de la música del mar y del vuelo de los albatros. Y ahí ando, al pairo... creciendo y aprendiendo.

miércoles, 3 de junio de 2015

Tarareando sus labios...


-Nunca me has escrito una canción, me dijo ella al amanecer. +Cariño, para escribir una canción se necesita una melodía, le contesté.
Entonces ella me miró a los ojos y me sonrió. 
Y aquí ando, tararendo sus labios...

martes, 2 de junio de 2015

¡Viajeros al tren!



Una vez más diré que no creo en los lazos de sangre, ni en los cepos tampoco.... Para mí la sangre es como el aire, todos lo respiramos, el mismo siempre, lo compartimos. Tampoco creo aquello de que la unión hace la fuerza, para que haya unión debe haber cercanía y éso es lo que hace la fuerza, la cercanía... Por eso ningún lazo de sangre puede destrozar una locomotora. En cambio, un tren de cercanías sí que puede destrozar miles de lazos de sangre. 

¡Viajeros al tren!