Me
despierta el azote del viento,
el "kikirikí" de las tórtolas
y el taconeo de los mirlos en el techo.
Preparo café mientras hablo con el mar
y los jilgueros se saludan, brillantes al sol.
La vaca oferta la ubre a su ternera
mientras los gorriones hurgan en el césped.
El cielo apaga las estrellas y enciende el jueves.
Hoy no te pensaré, hay demasiados colores sueltos...
Sí, no me mires así...
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