Las vidas que da la vuelta,
las vueltas que da la diva,
sin ticket de abarcamiento
consumación incluida.
Amnesia para oídos sordos
y pupilas gustativas,
atracos con alma blanca,
versos con lengua nativa.
Y pago a incómodos plazos.
Palabras cerca de nada,
silencios cómodos trazo,
cadenas empalabradas.
Te escribo herido diario,
acaso sobras maestras,
como por harto de magia,
desde antros de que anochezcas.
Jugando a los cautos locos,
mi ficha en noches de choque,
un braille de fin de curso.
Pero tú no te Sófocles...
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