Llevas ya muchos días sin contestar a mis llamadas, demasiados. No sé nada de ti. Quizás has cambiado de compañía o de número, no lo sé. Ignoro si estás bien o no. Me preocupa el hecho de que te hayan podido cortar la línea por falta de pago. Incluso puede que te hayas mudado de casa. Ninguno de mis hermanos sabe de ti tampoco. Miedo me da pensar que lo dejas descolgado para no hablar conmigo. El caso es que hemos pasado de hablar varias veces al día a no hablar nada de nada. Cada vez que suena el teléfono de casa me ilusiona pensar que eres tú de nuevo. Pero no, sigues sin dar señales de vida. Hoy hace once meses. Esto es insoportable. Por favor,
¡CÓGEME EL TELÉFONO!
2 comentarios:
Creo intuir quien es la dueña de la mano que debería levantar el auricular...
11 meses... es mucho y a la vez es... muy poco!
Hay lugares que no tienen cobertura!
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