viernes, 1 de abril de 2011

No todo es lo que parece

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo nunca he visto a un dragón saliendo de una rosa,si acaso a un abejorro borracho que a ella se arrimó para libar en su boca.
La rosa no engaña ,no es belicosa.Tiene espinas para DEFENDER su belleza , su pureza,pero no las esconde como larvas oscuras.
El que a ella se acerca sabe a lo que se expone. La rosa es libre y orgullosa y besa con sangre las manos del que la apresa.