Llegó el otoño a mi otoñal camino. Cayeron las hojas de mis escritos pero el viento no pudo llevarse los sentimientos plasmados en ellos. Llegan los fríos a Las Asomadillas pero un hálito de tus manos aún calientan las mías. Pasará el otoño y el resto de las estaciones pero yo no emigraré nunca, quedaré aferrado al alféizar de la sonrisa de tus ojos.
1 comentario:
Ea!..porque queramos decir que el otoño ha entrado, Sr. Akaputtao.
Tiene que ser que aún no le ha crecido la barba y que sigue vestido con los restos del verano, porque hoy en el día de los muertos sus ropas no se encuentran por ningún lado y nosotros hemos soltado las nuestras ante los más que superados 28 grados.
Éste es sin duda un otoño akalorado y las cosas no están en su sitio.
Publicar un comentario