domingo, 3 de febrero de 2013

Berso dormido...

Esta madrugada, aún en la cama, traté de escribir un berso a oscuras. Fue imposible. Al encender la luz, me di cuenta que el papel estaba pintarrajeado de carmín. Asombrado, me giré y miré a mi mujer. Tenía escrito un verso en los labios y sonreía. Aún medio dormida me dijo:
- Sigue escribiéndome pero no hagas mucho ruido, aún tengo sueño.
Acto seguido me bersó y siguió durmiendo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡¡¡PRECIOSO!!!