Puedes
pensar que te amo por las cosas que te digo o por las que hago. Mas
jamás sabrás realmente lo que te siento, a pesar de que miras con
mis ojos y hablas con mis escritos. Es rico nuestro idioma, conozco
muchas palabras. Podría intentar bosquejar ese sentimiento pero
tengo un gran problema, no sé pintar. No podría pintar ni el color
ni el sonido del mar. Jamás podré pintar la sonrisa del sol, ni al
amanecer ni al encamarse. ¿Qué color ponerle a la brisa? Me
faltaría paleta para describir otoños y primaveras, árboles,
flores y ríos. Sí, puedes pensar que te quiero, pero jamás cómo
ni cuánto porque no sé pintar el canto de la tórtola ni el vuelo
del jilguero... Eres aún lienzo en blanco, mezcla de lino y algodón. Mis palabras aún pelean en mi corazón, esperando que mis pinceles sean capaces de convertir un verso en arco iris.
1 comentario:
Mientras abocetas, en tanto mezclas colores buscando la tonalidad adecuada, vas articulando palabras como ensayo de una declaración que no llega a describir, pero plantea las inquietudes.
Saludos.
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