A veces nos ahogan los problemas,
nos concentramos sólo en padecerlos,
casi diría que nos recreamos en ellos.
Nos quejamos de nuestro torpe
caminar, pese a tener alas.
No sentimos el calor del sol
y nos dejamos apagar lentamente.
No te desanimes y dedica tu
esfuerzo hacia arriba.
Bate tus alas hacia la luz.
Sí, se necesita mucho más fuerza
para volar hacia arriba, pero
con ello vas de la oscuridad a la luz.
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