lunes, 17 de octubre de 2022

Ni paloma ni pez...

 

Paseé mi ávido aliento y mi voz

por tus ansiosos y húmedos labios...

Al poco se desató una fiera marejada

que provocó la bestial resaca que me

hundió en tus cálidas profundidades…

Pese a ello no me arrepiento, no,

ni soy el santo Jonás ni soy ninivita,

ni paloma ni pez...

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