Sólo cuando hayas cortado el último árbol,
sólo cuando hayas contaminado el último río,
sólo cuando hayas pescado el último pez,
sabrás que el dinero no se puede comer.
***
Lamentos de voces silenciosas,
quedos gritos al infinito,
gotas de sangre en lo escrito,
almas tenues, pavorosas.
Desamparo en un suspiro.
Mil canciones no cantadas,
un llanto que se secó.
Despedidas sin adiós,
tempestades limitadas.
Un todo, un nada, un yo.
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