Querida/o amiga/o:
Hoy me siento triste porque no sabes leer. Me siento triste porque no sabes escribir. Me siento triste porque no sabes contar los días que llevas con frío y sin comida. Me siento triste por tu tristeza. Pero por favor, hoy, aunque sólo sea hoy, ¡alégrate! porque yo voy escribir por ti para que los demás puedan leer que tú estás ahí. Espero que pronto puedas contar los días que llevas sin comer porque te pasas todo el tiempo escribiendo sobre tus cosas para que los demás te podamos leer.
Como podrás imaginar, esto no lo haré desinteresadamente, no es mi estilo. A cambio te pido que me regales una gran sonrisa allá donde estés. La tomaré para colgarla de mi diluido rostro y así yo también podré seguir escribiendo y contando los días que faltan para poderte abrazar. Juntos leeremos nuestro caminar.
Hoy me siento triste porque no sabes leer. Me siento triste porque no sabes escribir. Me siento triste porque no sabes contar los días que llevas con frío y sin comida. Me siento triste por tu tristeza. Pero por favor, hoy, aunque sólo sea hoy, ¡alégrate! porque yo voy escribir por ti para que los demás puedan leer que tú estás ahí. Espero que pronto puedas contar los días que llevas sin comer porque te pasas todo el tiempo escribiendo sobre tus cosas para que los demás te podamos leer.
Como podrás imaginar, esto no lo haré desinteresadamente, no es mi estilo. A cambio te pido que me regales una gran sonrisa allá donde estés. La tomaré para colgarla de mi diluido rostro y así yo también podré seguir escribiendo y contando los días que faltan para poderte abrazar. Juntos leeremos nuestro caminar.
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