viernes, 31 de agosto de 2012

Tu viejo y negro sillón...

Y por fin me traje a mi vacío salón
tu viejo, negro y desnudo sillón.
Jamás he visto mejor decoración,
un solo mueble, llena la habitación.
Cuando me pierdo, de él tomo posesión,
cierro los ojos y tú me prestas atención.
Al poco, relajo los latidos de mi corazón,
al sentir cerca, de nuevo, tu respiración.
Sí, ya no está vacío tu viejo y negro sillón
ni de huérfana, tiene mi vida sensación.

1 comentario:

Armonía dijo...

Estará en todas partes. Muy cercana , además. Inaprensible ,pero a tu lado cada vez que te caigas.
Atenta.
Feliz cuando tu también lo seas . Levantando andamios cuando salgas a la calle y no sepas lo que buscas.