Sí, me lloran mis tristes manos y llueve en tus apagados ojos. El sol no nos pasea y la luna apenas nos asoma. Parece que duele nuestro no dolor. El tiempo se pierde en justificar la pérdida de tiempo. Me lloran mis tristes manos y y tu sudor no anega mis áridos poros. La oscuridad de la noche ya no nos unce, nos separa. Hemos cambiado la saliva de nuestros besos por la de nuestros ojos. Necesito que me respires de nuevo, que no me chilles mi silencio ni me silencies mi desbocado galopar. Anima a mis manos, invítalas a cantar sobre el pergamino de tu piel. Deja de lloverte, no quiero que se diluyan mis palabras, permite al sol secarlas y a la luna, besarlas.
¡Contamíname un arcoiris!
No hay comentarios:
Publicar un comentario