domingo, 1 de abril de 2012

Hundida guitarra

Guitarra, te pusiste las cuerdas mientras yo afinaba las mías. Guitarra, empezaste a tocarte y yo a cantarme. Guitarra con cuerpo de mujer, me recordaste que yo lo tengo de hombre. Guitarra, me dejaste acariciarte mientras me abrigabas las piernas. Guitarra, tu cuello ya no suavizará mis manos. Guitarra, me confundiste, tienes mástil pero no eres velero. Guitarra, ¿por qué te fuiste al fondo del mar si sabes que no sé bucear? Guitarra, hundiste tu cabeza y yo llené la mía de bravío mar. Ahogaste tus trastes de ensueño y diste al traste con mis sueños. Llenaste tu boca de agua y la mía burbujeó. Guitarra, tu cejilla ya no templará mis cejas. Guitarra, tu caja yace en el fondo del mar y yo aquí, desfondado, te lloro. Guitarra, tu puente ya no nos salvará de esa dura tapa. Guitarra con cuerpo de mujer, te marchaste sin que mis masculinas manos aprendieran a cantarte.

No hay comentarios: