Ha muerto la fría estación. Comienza la que le da vida a los aromas y colores. Su carta de presentación es el blanco azahar. Embriaga los sentidos de los transeúntes por las calles andaluzas. El blanco olor mezclado con el incienso repartido por las cofradías, te transporta a un paraíso de sensaciones. Si tienes la suerte de poder pasar estos días por las calles de Córdoba junto a tu amada, no olvides de pararte un momento bajo uno de sus cientos de naranjos. Abrázala suavemente y cierra los ojos. Saborea ese instante, llegará el momento en que entrarás en éxtasis. No sabrás si acaricias a una chica que huele a azahar o si abrazas a un árbol que huele como tu chica. Cuando abras los ojos de nuevo, sin romper el abrazo, mírala a los ojos y, simplemente, sonríele. Ella sabrá cuánto le amas y nunca olvidará ese momento pero tú
¡MENOS AÚN!
2 comentarios:
Ja ja jajjaaaa..
Lo he leido tres veces y siempre me deja la misma sensación.
chiquillo , ¿ Tu eres superdiverchidísimo o eres mago?
Ja, ja , ja ...
Nunca había visto a un humano arrancando sonrisas con tanta naturalidad y desprapajo.. por eso lo pregunto. Aaah! Ja , Ja Jaaa.
Como el aire limpio. Un placer para los cinco sentidos.
Qué bien has sabido captar toda la esencia de mi Córdoba, jerezano.
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