Tengo que ir a verte y no sé dónde dejé los calcetines con los que disfrutas paseándome. Tampoco encuentro mis guantes, por si quieres acariciarme. Ni idea de dónde estará mi camisa preferida, esa que tan bien te sienta. No encuentro la bufanda con la que sueles abrigar mi cuello ni el abrigo sobre el que te encanta desnudarte. Quiero ir a verte pero hace frío. Cariño, ven a casa, desnúdame la piel y fórrame de amor. Pon orden en mi desdondenada vida.
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