Caminos sombríos todos encontramos, todos hemos de caminarlos en algún momento de nuestras vidas. Al principio se nos hacen tristes, lúgubres, no es fácil acostumbrarse a la falta de sol. La ausencia de flores y de luz, aunque sea artificial, hace que andemos temerosos, desconfiados. En la mar pasa tres cuartos de lo mismo, navegar a oscuras puede parecer peligroso, mas no lo es. Cierto es que no podemos disfrutar del vuelo de albatros y cormoranes. No menos cierto es que no podemos observar los saltos de los simpáticos delfines. Pero no olvidemos una cosa, la estrellas, en la noche, orientan mucho más que el sol. La luna puede ser mucho más bella y cómplice que el astro rey.
Cuando camines un camino o navegues un mar faltos de luz recuerda, siempre, que esa falta de luz tiene su propia belleza. Que el blanco y negro tiene su conque y su porqué, que ellos no dejan de ser colores, quizás no tan vivos como sus hermanos. Que sin la oscuridad no podríamos valorar ni saborear la luz. Que sin luna no apreciaríamos el sol. Que sin noche no habría día, sin tristeza no entenderíamos la alegría. Sin desamor, tampoco podrías enamorarte de nuevo. Si pese a todo lo que os he dicho pensáis que en vuestras vidas falta color, abrid vuestros propios ojos y ponérselo ustedes mismos. No es fácil, todos lo sabemos, pero no es una quimera. Desplegad los párpados y las velas de vuestro corazón se hincharán camino de un mar pletórico de colores. Doy fé.
Navegad vuestra propia luz inventando los vientos necesarios para ello. No hagáis de vuestras lágrimas un naufragio.
3 comentarios:
No todas las vidas son iguales, ni las circunstancias las mismas.
Cuando por primera vez en tu vida has encontrado el color y has creído nacer de nuevo, para acto seguido quedar en total oscuridad, es imposible superarlo.
No hay estrellas, ni luna, se quedaron ancladas en una madrugada invernal.
No es verdad, yo me quedé a oscuras totalmente y a las puertas del infierno y aquí ando, tratando de encender yo mismo la luz. Trate usted de encender su propia luz y, sin lo consigue, recuerde que hay velas o cerillas.
Mira que está bien identificarse con quienes sufren poniéndose en su lugar.
Y sin embargo , a menudo , olvidamos el sufrimiento que no vemos.
Esta makinita de sentir....!
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