Estimado blog,
aquí ando, un día más, enfrentándome a mis fantasmas. Sólo contigo soy capaz de abrirme, sabes mucho más de mí que todas las personas que me leen juntas. Me dejas garabatear tus muros sin reproche alguno, en silencio. No me aconsejas porque sabes que sé equivocarme solo. Quiero darte las gracias por hacerme ver que una poda, aun dolorosa, servirá para darme nuevos bríos. Agradecerte también que me hayas indicado que aproveche toda mi mierda para abonarme. Por echarle sal a mis sinsabores. Por decirme que coloree mis canas de lindos sueños. Gracias también por robarme los momentos tristes, por cambiarme mi linda y nívea luna por una azul, creciente. Gracias por tu aguante, pero sobre todo, gracias por no hacer públicas mis confesiones.
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